LOS DEJA VU.
"De los déjà vu, no tengo mucho que decir, siempre han
despertado en mí una gran curiosidad, por lo inexplicable que son desde casi
cualquier punto de vista.
Me parece fascinante que le ocurran a todo el mundo, y que
nadie sepa por qué ni para qué. Les sucede tanto a los intelectuales como a las
personas menos instruidas, pero ninguno de ellos puede comprender su
significado.
Me intriga profundamente el hecho de que, mientras
experimentamos un déjà vu, solo podamos sentir como vivido lo que está
ocurriendo y no podamos prever lo que sucederá en el próximo minuto, es como si
viéramos una y otra vez una misma película sin saber cuál es la escena que
sigue.
Si realmente la hemos visto tantas veces, seríamos
perfectamente capaces de recitar de memoria la frase
"...podrán quitarnos nuestras vidas, pero jamás nuestra
libertad..." antes que William Wallace lo diga.
Quizá los déjà vu son como un relámpago en la oscuridad de
una noche de tormenta, como un destello en la negrura de nuestra ignorancia,
que por un momento nos permite vislumbrar de manera vaga e inexplicable nuestro
origen en la eternidad, permitiéndonos sentir el tiempo de una forma no lineal,
sino como algo que coexiste de manera paralela; como si pasado, presente y
futuro fueran uno solo, no en línea recta sino de forma circular.
Siendo lo anterior una atrevida hipótesis conviene
preguntarnos:
¿Por qué no podemos predecir el siguiente cuadro?
—Miguelan.