DETRÁS DE LAS FOTOS
A veces paso largo
rato viendo una fotografía, imaginando el momento en que fue tomada.
¿Por qué?
Porque detrás de
cada fotografía hay una historia que merece ser imaginada.
- ¡Nadie se mueva!
-grita el fotógrafo engreído.
¿Qué ropa usaría el
fotógrafo?
¿Que había detrás
de él?
¿Un parque con
muchos árboles?
Sigamos imaginando…
Los novios salen de
la iglesia, una mañana soleada de domingo aupados por la multitud de conocidos
y desconocidos que se han reunido. Por curiosidad unos y otros por amor a la
festín que se ha de servir después.
La fotografía que
tengo en mis manos, es ahora solo un decolorado pedazo de papel, pero hubo un
instante en el tiempo en que fue real.
Esa gente vivía y
pensaba, tenían preocupaciones; pero en ese segundo preciso ¡Todo se paralizó
para eternizar el momento!
Imagino las
campanas detenidas a medio vuelo en la torre de la iglesia, para dejar que el
artista plasmara con luz la felicidad de los enamorados.
¡Esa imagen es una
especia de portal en el espacio tiempo!
Si cierro los ojos
y me esfuerzo casi, casi, puedo estrechar la mano carrasposa del eufórico
casamentero o platicar con los niños de cabello alborotado que orgullosos
portaron los anillos.
Puedo incluso oler
el perfume de la novia, ¡una fragancia importada sin duda! huele a Azahares con
Jazmín nocturno. Ella se sonroja cuando el galán le coge su blanca y pequeña
mano.
— ¡Listo ya está!
El fotógrafo, da la
orden al tiempo para seguir fluyendo y las personas vuelven a respirar; las
campanas suspendidas hasta entonces, continúan repicando con alegría,
apresurando a las cocineras de la casona que corren como locas sirviendo sendos
platos de comida para los invitados.
Los novios se
marchan, los veo desde las gradas de la iglesia perdiéndose en la vuelta
empedrada de la calle que baja hasta la casona de volcancillo.
El parque se queda
desierto; toda la gente se fue siguiendo el cortejo nupcial entre gritos y
cohetes de vara, ni siquiera quedaron los famélicos perros, aquello parece un
pueblo abandonado ahora.
¿Qué hay detrás de
mí? ¿Qué arreglos pusieron en la iglesia? iré a ver.
¡Muy tarde! el
párroco que se ha demorado cierra con llave la puerta de madera antigua y se
dispone a correr detrás de los novios.
- ¿No iras a la
Fiesta hijo mío?
- No… creo que me
quedaré un rato
- ¡Como quieras,
pero quien sabe que vuelvas a comer como hoy!
Y baja las gradas
procurando no enredarse con la sotana, mientras murmura algo sobre los jóvenes
de hoy que ya no se preocupan por alimentarse bien.
La próxima vez que
veas una fotografía, imagínate la historia que esconde detrás de lo que
muestra.
¡Ve más allá de lo
superficial y profundiza con la imaginación los detalles de la obra maestra!
(Fotografía
cortesía de Estela Reyes)
—Miguelan. (2023)
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